Este post llega tarde. Lo sé. Llega cuando ya (casi) todo el mundo ha visto ‘Gambito de Dama’, cuando, según una noticia de 20 minutos, la búsqueda con estampado de cuadros ha subido un 43% desde que se estrenó la serie, cuando Ebay ha vendido más de un 273% de tableros de ajedrez, cuando vuelve a estar en el TOP TEN de Netflix (no sé si en algún momento ha dejado de estarlo) y cuando el Museo de Brooklyn inauguró una exposición virtual que, en principio, finalizaba el 13 de diciembre, pero que hoy todavía puede verse.
Lo cierto es que Beth Harmon (personaje protagonizado por Anya Taylor-Joy) y su estilo llegaron sin avisar. Llevábamos tanto tiempo esperando los outfits que Patricia Field había ideado para Emily, de ‘Emily in Paris’, con aquello de que sería la nueva Carrie Bradshaw, que no le dimos ninguna importancia a esa serie, ‘Gambito de Dama’, que se estrenó de repente y que vino a confirmar que, en moda, en muchas ocasiones, cualquier tiempo pasado fue mejor.
Que la vida de la protagonista transcurra a finales de los 50, principios de los 60, para mí ya es un éxito, estilísticamente hablando, claro. Los 60 son la época de los pantalones capri, las bandanas en el pelo, los pichis, las camisas fluidas, los cuellos bobo...Es la época de Audrey Hepburn, Jackie Kennedy, la factoría Warhol, de Courrèges, Pierre Cardin, Edie Sedgwick... Y todo eso lo recoge muy bien Gabriele Binder, la encargada de vestuario de esta serie.
La historia de ‘Gambito de Dama’ es una historia sobre ajedrez, pero también sobre moda. Su protagonista tiene mucho más interés por vestir bien y comprar buenas prendas de lo que, a priori, pudiera parecer y su evolución vendrá también marcada por su vestuario a lo largo de los siete capítulos que dura esta miniserie.
Si todavía no estás convencido, te dejo cinco razones de moda por las que ver ‘Gambito de Dama’:
- Porque el ajedrez tiene más de moda y estética en la serie de lo que imaginamos. Cuenta la diseñadora de vestuario que todas las prendas del armario de Beth Harmon conectan con el ajedrez. Es, como si de alguna forma, la protagonista lo tuviera siempre en mente de forma inconsciente para elegir su ropa. Si ya has visto la serie, piensa en alguno de sus looks y verás como en jerseys, vestidos y abrigos están presentes los cuadros. Por ejemplo, y por citar algunos, el abrigo con el que sale del Torneo de Moscú, el cárdigan de bloques amarillos o el vestido del tour de Las Vegas (el de la foto). Según se indica en la exposición virtual mencionada anteriormente, este último vestido empieza a marcar la diferencia del personaje, ya que la protagonista está madurando y ya no se siente como una niña.
-Porque, gracias a la moda, se cierra un círculo en la vida de la protagonista. En el primer capítulo de la serie, conocemos a Beth Harmon (niña) con un vestido verde, hecho por su madre, del que se ve obligada a desprenderse cuando llega al orfanato. En uno de sus últimos outfits, luce el vestido ‘endgame’, diseñado por la propia Gabriele Binder, con el que la diseñadora pretende cerrar el círculo y demostrar que, por fin, Beth se encuentra cómoda. Se trata de un modelo de color verde, de lana de alpaca en el que destaca el diseño del cuello. Esta es otra de las características del vestuario de la serie. Como hay muchos planos medios (sus protagonistas están sentados frente al tablero de ajedrez) intentaron siempre buscar escotes que resultaran interesantes.
- Por la influencia en muchos de los looks de las tiendas de la época o de los grandes de la moda como Pierre Cardin y André Courrèges. El vestido verde de terciopelo es un look inspirado en Biba, una boutique de Londres que estuvo a la vanguardia del estilo en los años 60. El vestido marrón y el verde con lazo (el primero con el que la vemos en la serie) están inspirados en Pierre Cardin. El verde se hizo a medida por Elena Trajanova y está confeccionado de manera que la tela y la luz fluyen a medida que el personaje se mueve por el espacio. Si habéis visto la serie, recordaréis que ella corre cuando lleva este vestido.
La influencia de André Courrèges está presente, por ejemplo, en las botas blancas del último outfit o en el look formado por pantalón negro y jersey blanco y negro con el que la vemos varias veces a lo largo de la serie. Como curiosidad, a Courrèges se le llegó a comparar con Le Corbusier por sus formas arquitectónicas. Cuando Masiel ganó el festival de Eurovision en 1968 llevaba un traje de este diseñador.
- Porque te enamorarás de sus abrigos. El vestido de cuadros del tour de Moscú es un diseño original de Samuel Robert, mientras que el blanco es un trabajo de la diseñadora de vestuario Gabriele Binder. A mí, este último look, que, por cierto, me fascina, me recuerda mucho a Jackie Kennedy.
- Porque todos los detalles están muy cuidados. El protagonismo se lo lleva Beth Harmon, pero el vestuario del resto de personajes no se queda atrás. La diseñadora buscó algunas de las prendas en tiendas vintage, mientras que otras son diseños propios. Por ejemplo, el estilo de Benny Watts (protagonizado por Thomas Brodie - Sangster. Para mí siempre será el niño de ‘Love Actually), a diferencia de otros personajes masculinos de la serie, conecta con la Factoría de Andy Warhol y, de todos los looks de Alma (la madre de Beth Harmon) me quedo con la réplica del traje de Dior de la colección otoño/invierno de 1955. En la exposición virtual podéis ver el vestido y la entrevista que le hacen a la diseñadora sobre este vestido.
Y tú, ¿ya has visto la serie? ¿Con qué look te quedas?
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