Las quinielas para los Óscar 2018 vaticinan que de las seis estatuillas a las que opta ‘El hilo invisible’ es probable que solo se lleve el Óscar al Mejor Diseño de Vestuario. Sería el segundo para Mark Bridges, el diseñador de vestuario, que ya consiguió este premio en 2012 por ‘The artist’.
La última película de Paul Thomas Anderson es de esas películas que amas u odias. Para algunos, una obra de arte, para otros, aburrida y tediosa. Me incluyo en el primer grupo aunque con matices. Me fascinó, sobre todo, su vestuario que cobra más protagonismo que las personas, pero sin llegar nunca a eclipsarlo.
Para aquellos que anden un poco perdidos, ‘El hilo invisible’ es la última película de Daniel Day - Lewis, que ya ha anunciado su retirada del cine. Ambientada en el Londres de los años 50, narra la vida de Reynolds Woodcock, un diseñador obsesionado por la perfección que viste a miembros de la familia real, estrellas de cine y damas de la alta sociedad. Su vida cambiará cuando conozca a Alma, que se convertirá en su musa y amante.
Estas son algunas claves para entender el vestuario de ‘El hilo invisible’.
- No busques en Reynolds Woodcock a un diseñador conocido. No es Balenciaga, ni Givenchy, ni Charles James ni Dior, pero es un poco de todos ellos. Cuenta el director que no quiso retratar un diseñador de los que revolucionaron la moda, sino que para crear este personaje se inspiró en las casas londinenses en las que trabajaban diseñadores con menos nombre. Cuando el director se reunió con Mark Bridges, diseñador de vestuario, le preguntó ¿Qué sabes de Charles James? Finalmente para confeccionar todo el vestuario, Bridges leyó la biografía de Balenciaga, estudió algunos de los vestidos de Givenchy y examinó las prendas reales en el Victoria & Albert Museum.
- Sin embargo, Para Daniel Day - Lewis, Balenciaga fue su principal inspiración. Cuenta en esta entrevista que intentó, después de formarse durante meses, coser uno de los vestidos de Balenciaga: “El vestido era sencillo o al menos lo parecía hasta que intenté hacerlo y me di cuenta de lo complicado que era. No hay nada más bonito en el arte que algo que parece sencillo”.
- Los personajes de Nana y Biddy, dos de las modistas de la Casa Woodcock, están interpretados por auténticas modistas de los años 50. Explican que en la escena en la que se está confeccionando el vestido de novia (si has visto la película sabrás de qué hablo y si no la has visto, lo descubrirás cuando lo hagas), ellas -las únicas que estaban cosiendo el vestido- usaban guantes para no estropear el tejido. Algunas de las modistas, en este caso actrices, decidieron imitarlas.
- Una de las verdaderas joyas de la película es un vestido rosa confeccionado con auténtico encaje flamenco del siglo XVIII que adquirió el equipo de producción. Se decidió incluso incorporarlo como parte del guion. “Este es encaje de Flandes de finales del siglo XVIII”, le cuenta Woodstock a Alma en una de las escenas de la película.
- Todos los vestidos de la película son originales. Se empezó desde cero e incluso, se buscaron los colores y texturas que serían apropiados para la casa Woodstock. Finalmente, y tras todo un día de trabajo, se decidió que serían colores oscuros y profundos.
- Tal y como marcan los años 50, estos vestidos están confeccionados con tejidos lujosos, encajes, satén y terciopelo. Los vestidos de noche se complementan con boleros y estolas de piel.
Tú, ¿ya tienes favorita para el Óscar al Mejor Diseño de Vestuario? ‘El hilo invisible’ compite en esta categoría con ‘La forma del agua’, ‘La bella y la bestia’, ‘El instante más oscuro’ y ‘La reina Victoria y Abdul’.
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