lunes, 18 de junio de 2018

De quién hablamos cuando hablamos de Lorenzo Caprile


Descubrí a Lorenzo Caprile hace tres años en La Rambleta. Por aquel entonces, solo sabía quién era y aunque tenía su libro ‘De qué hablamos cuando hablamos de estilo’ solo me había dado tiempo a ojearlo. Me encantó su charla. Simple y humilde, no lo que esperas de un diseñador de moda, la verdad. Quizás por eso él prefiere llamarse modista y alejarse de todo el show al que nos tiene acostumbrados la moda. (Re)descubrí a Caprile el pasado mes de febrero en ‘Maestros de la costura’, programa al que, a pesar de mis reticencias al principio, me enganché. Lleva la firma de Shine Iberia (la productora de Masterchef) y para alguien que se ha tragado todas las versiones del programa culinario, es ya sello de garantía.




El pasado 30 de mayo, La Rambleta volvió a contar con Caprile en una de sus factorías de sabios. Hacía tres años que había estado allí y qué mejor aniversario que invitarle de nuevo, sobre todo, ahora que la televisión le ha dado más fama y que ha reeditado su libro ‘De qué hablamos cuando hablamos de estilo’. Fue como un déjà vu con una Mariola Cubells que ejercía nuevamente de maestro de ceremonias enfundada en el mismo vestido amarillo que llevó  en aquella ocasión, pero con un Lorenzo Caprile reconvertido en estrella mediática. Exagero, quizás, pero me sorprendió encontrarme con gente que sin ningún tipo de pudor afirmaba que iba a ver al ‘tipo de la tele’. 

Aquello fue como colarnos en una charla de amigos. Mariola y Lorenzo  se conocen desde que coincidieron en un especial sobre los Oscar en la radio y eso, por suerte para los que estábamos allí, se notaba. Y así, entre risas, el modista (que no diseñador) confesó que si empezara de nuevo, no se dedicaría a la moda: “Si tuviera treinta años menos, haría videojuegos. Está todo por inventar”. Caprile también habló de los 25 años que lleva en el oficio, de su experiencia como jurado en el programa y de cómo ve la industria de la moda, pero ¿de quién hablamos cuando hablamos de Caprile?


De un hombre celoso de su intimidad. Dice Caprile que, al principio, no estuvo muy seguro de formar parte de ‘Maestros de la costura’ porque no quería perder su anonimato. Leí en el número de febrero de la revista Telva un artículo de opinión suyo (es colaborador de esta publicación) en el que, bajo el título ‘No dudar, no arrepentirse’ contaba cómo había sido la propuesta de Macarena Rey, CEO de Shine Iberia, ofreciéndole formar parte del proyecto. Narraba en aquel artículo que llamó a  sus amigos Julia Otero, Samantha Vallejo -Nágera, Nuria Roca y Manu Marlasca para pedirles consejo y que todos le dijeron “no lo dudes”. Solo su hermana Paola le dijo “No te arrepientas”. 

La historia sabemos cómo acaba. Lorenzo Caprile se convirtió, junto con María Escoté y Palomo Spain, en jurado del programa. ¿Se arrepiente? Para nada. Afirma que ha sido una experiencia maravillosa y añade que uno de los regalos de este programa es que niños que no se atrevían a decir que les gustaba la costura, ahora lo reconocen sin vergüenza.



Ante la pregunta de si la fama se ha traducido en ventas  la respuesta es tajante: “No. No quiero parecer presuntuoso, pero he tenido varios momentos mediáticos (como el vestido de novia de Carla Royo-Vilanova en 1993; el de doña Cristina, en 1997 y el vestido rojo de Doña Leticia en 2004, entre otros) y la vida en el taller sigue igual”. ¿Repetiría en el programa? No lo duda. Segunda, tercera y tantas temporadas como haya de ‘Maestros de la costura’, incluso de celebrities, bromea, pero “no sabemos qué va a pasar, igual mañana cambia el Gobierno”. Y así fue. 



De un hombre con los pies en la tierra. Agradece que esta fama le haya llegado con 51 años y con muchos años de oficio, pero reconoce que no es para tanto  y que todavía puede salir a la calle sin problemas (no, como su  alter ego en ‘Masterchef’ y amiga Samantha Vallejo -Nágera). Sobre sus compañeros María Escoté, Palomo Spain y Raquel Sánchez Silva habla maravillas. ¿Te pondrías algo de Palomo Spain? Le pregunta Mariola Cubells. ¿Por qué no?, señala él, aunque en su opinión ya no tiene edad para ser atrevido con la moda. “De Palomo me gusta su frescura y su inocencia. Si con 25 años no hace locuras, ¿cuándo las va a hacer?”.

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De un hombre poco tecnológico. No tiene Twitter ni Instagram. Le acompaña un Nokia antiguo, en lugar de un smartphone. “La gente me encuentra igual”, dice. 

De un hombre que nunca desvela cuánto cuesta uno de sus trajes. No quiso hablar de números. “Eso no te lo voy a decir”, le contestó a Mariola Cubells. ¿Pero es asequible?, insistió ella. “Depende de lo que consideres como asequible. Te diré que está muy alejado del precio del vestido de novia de Meghan Markle”.

En definitiva, hablar de Caprile es hablar de un hombre que ama su oficio, tal y como es, sin adornos, ni artificios. Se lo oí decir también en la otra charla y en todas sus entrevistas, el éxito lo ha conseguido a base de esfuerzo y trabajo. No soporta los anglicismos, tan usados en el mundo de la moda, ni el show que  lo rodea  y se declara firme defensor de la palabra modista frente a diseñador de moda. Sobre sus compañeros de profesión tiene claro quién escribirá una página en la historia de la moda: “La única de todos nosotros que será recordada es Sybilla. Es la que tiene más talento”. Y sobre la moda low cost, afirma ser admirador de Inditex y Amancio Ortega. “Zara ha cambiado las reglas del juego. Lo equiparo a Chanel. En el siglo XXI los cambios están en la distribución. Son dos fenómenos con 100 años de diferencia”.




Caprile también habló sobre su fama de borde en el mundo de las novias y sobre lo complicado que resulta, a veces, trabajar con las clientas de tú a tú. Recordó el consejo de su amiga la escritora Carmen Martín Gaite: "Una cosa es la fama y otra el prestigio. El prestigio se consigue con el no, no con el sí”.

Si quieres saber más sobre Caprile, puedes leer su libro ‘De qué hablamos cuando hablamos de estilo’ que acaba de reeditar. No son unas memorias, pero habla de sus inicios, de su trabajo y ofrece algunos consejos de moda porque para el modista “el estilo consiste en enfrentarse al espejo y ser realista” o como dijo Orson Welles, al que cita en este libro, “el estilo es saber quién eres, qué quieres decir y que no te importe”.